10 de enero de 2013

Comunicado sobre el estado de salud del P. Álvaro Corcuera, L.C.

El 30 de diciembre el P. Álvaro Corcuera, director general de los legionarios del Cristo y el Regnum Christi, fue ingresado en un hospital de Hartford, Connecticut con fuertes dolores de cabeza. El pasado 4 de enero le fue extirpado un tumor cerebral que  ha resultado ser un glioma de 4º grado, por lo que será sometido durante seis semanas a radiación y quimioterapia. El P. Álvaro ha salido hoy jueves 10 de enero del hospital y comenzará el tratamiento dentro de unas dos semanas. El 8 de enero escribió una carta a los miembros del Regnum Christi que, junto con el diagnóstico, compartimos a continuación. (Continuar leyendo)
El P. Álvaro Corcuera, LC, informó el pasado 9 de octubre a los legionarios de Cristo y miembros del Regnum Christi de que había solicitado un periodo de descanso al Delegado Pontificio, Cardenal Velasio De Paolis, porque no contaba con la salud necesaria para enfrentar de manera responsable las exigencias del gobierno general.

Se pensaba entonces que los problemas de salud eran consecuencia de estos años especialmente marcados por situaciones difíciles, tensiones y sufrimientos, pero el 30 de diciembre le fue descubierto un tumor en el cerebro al tener que ser ingresado en el Hospital St. Francis (Hartford, Connecticut), debido a unos fuertes dolores de cabeza. Después de algunos análisis, los médicos decidieron que era necesario operar para extirparlo.

Fue trasladado el 2 de enero a la Clínica Mayo, (Jacksonville, Florida) para ser sometido el 4 de enero a una intervención quirúrgica que duró entre cuatro y cinco horas. Se logró extirpar todo el tumor, que estaba bien definido y sin metástasis, pero se confirmó que era maligno. El 8 de enero, tras los análisis precisos, se diagnosticó que el tumor era un glioma de 4º grado, por lo que el P. Álvaro tendrá que someterse a radiación y quimioterapia. El día de hoy ha salido del hospital. Tras un breve período de recuperación, se iniciará el tratamiento que se prevé durará unas seis semanas.

Durante los primeros días de postoperatorio, se comprobó que el tumor no había dañado sus facultades de modo permanente: reconocía a todas las personas, volvió a caminar sin necesidad de apoyo y a conversar. Se detectaron algunos daños en la vista que, según los médicos, se irían corrigiendo paulatinamente. El P. Álvaro ha estado acompañado de forma permanente por su hermano y sus hermanas, que se desplazaron desde México hasta Jacksonville, y por dos sacerdotes legionarios de Cristo (Jeremy Lambert y Kevin Meehan).

El P. Álvaro Corcuera ha recibido las noticias con entereza y serenidad, uniéndose a todos los enfermos, especialmente a los legionarios y miembros del Regnum Christi que viven una situación delicada de salud, ofreciendo con ellos sus dolores por la Iglesia, el Papa, el Regnum Christi y la Legión. Agradece las muestras de apoyo y cercanía y las oraciones.

Compartimos a continuación una nota que nos ha querido dedicar el Padre Álvaro a todos los miembros, tras su operación:



¡Venga tu Reino!

A LOS LEGIONARIOS DE CRISTO

A LOS MIEMBROS DEL MOVIMIENTO REGNUM CHRISTI

Jacksonville, 8 de enero de 2013

Muy queridos padres, hermanos y amigos:

Quiero agradecerles de corazón sus cartas, mensajes y recados que han mandado en estos días y sobre todo sus oraciones y sacrificios. Es imposible expresar con palabras mi gratitud y sólo Dios sabe cuánto los valoro y agradezco. Estoy seguro de que son señal de lo que nos queremos como miembros de una misma familia.

No puedo escribir mucho más porque estoy en la clínica Mayo, recuperándome de la operación todavía. Los médicos me darán un diagnóstico en los próximos días. Me acompañan mis hermanos, que han venido desde México y todos ustedes, pues los he sentido muy cercanos. Los médicos, tanto aquí como en Hartford, CT no pueden haberme cuidado mejor.

Me he enterado también de la muerte del P. Antonio Izquierdo en estos días pasados. Agradezco a Dios su entrega y el testimonio tan coherente de su vida de religioso fiel. Es una de esas estrellas que Dios nos manda para guiarnos al cielo.

La prueba que Dios me ha permitido vivir en estos días pasados también nos ayuda a elevar la vista al cielo. Todo se lo ofrezco a Dios nuestro Señor por cada uno de ustedes y por su perseverancia final en la vocación que hemos recibido de Dios, con tanto amor. Gracias de verdad por sus oraciones y sepan que yo también los quiero y encomiendo cada día.

Su hermano en Cristo, P. Álvaro Corcuera, L.C.

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